martes, 24 de septiembre de 2013

Sanar el corazón


Todos llevamos heridas más o menos profundas, algunas de ellas bloqueadas en nuestro inconsciente. Recuerdos dolorosos e impresiones sutiles de experiencias pasadas. En ocasiones, el dolor de esas heridas nos viene a visitar paralizándonos en el momento presente.
 
La curación espiritual no significa ir a la búsqueda y el tratamiento de cada cicatriz interna.
 
Significa ir más profundo, más allá de las heridas, a la esencia de nuestro espíritu, donde encontramos la luz y el calor de nuestras propias cualidades originales de amor y paz. La espiritualidad sana el corazón para que el dolor no tome el control de nuestras vidas.

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